Esta misión consiste en hacerse rostro humano de la Providencia, por medio de una acción benévola (voluntaria) con los pobres. Los Asociados obran juntos con el propósito de cambiar situaciones de injusticia y de violencia en realidades de fraternidad evangélica.
Los Asociados Providencia se comprometen a dar de su tiempo para ayudar a los pobres, en la medida de sus capacidades. Además, ellos aceptan de participar en encuentros de sus grupos respectivos, con el fin de intercambiar sobre sus experiencias y profundizar su espiritualidad, la cual es similar a la de las hermanas, pero adaptada a sus condiciones de vida.
Al igual que la nuestra, la espiritualidad de los Asociados es orientada/centrada sobre una confianza total en la Providencia y en la entrega de uno mismo con una compasión que nace en el corazón doloroso de María al pie de la cruz. La Palabra de Dios y la vida de Emilia Gamelin, es lo que inspira, guía y sostiene a los Asociados.